El guapísimo militar gay Cris Anders se toma un descanso en un búnker. Se entrega a un momento de placer solitario, sin saber que su compañero Cameron Taylor lo está observando. Cameron permanece discreto y en silencio, pero cuanto más ve endurecerse y crecer la polla de Cris, más irresistible se vuelve el deseo de acariciársela. Por fin lo consigue y ofrece sus suaves manos a su compañero para hacer subir su semen. Una paja entre tíos siempre es mejor que una en solitario. Los dos están de enhorabuena.