Si alguna vez hay un daddy que quieres colarte en tu habitación con los ojos vendados y el culo desnudo, es el joven papá Nathan, delgado, bronceado y peludo. Entrando tranquilamente en la habitación, acaricia lenta y suavemente el tonificado y musculoso pero peludo cuerpo joven de Korar, perfectamente enmarcado en un suspensorio rojo. Es sólo cuestión de momentos antes de que Nathan trabaje sus dedos exploratorios hasta ese esperanzador y fruncido trasero. Ambos hombres pueden sentir la anticipación mientras se aprieta y se relaja, ¡el hambre es muy evidente allí! Al alimentar al chico con su polla mientras su cabeza cuelga a un lado de la cama, Korar consigue que el grueso eje se deslice y su cara se acaricie en el pelaje marrón que hay entre las piernas de Nathan. Sorbiendo su propia polla gruesa y su suave agujero rosado, Nathan pronto se mete dentro, mientras que Korar no sabe quién está dentro de él, o cuál será su próximo paso. Todo se revela al final de la escena en una divertida, franca y emocionante entrevista con ambos.