Johannes llega a Londres, donde conoce al hermoso jovencito francés Leo, que es guapo, joven e inexperto. Johannes decide enseñarle las cuerdas, literalmente, atando al guapo chico a su cama de cuatro postes, con los ojos vendados, ¡y participando en unas deliciosas bromas! Pasa un cubito de hielo por los pectorales firmes y bronceados de Leo, haciendo que sus suaves pezones rosados se endurezcan al instante, y luego por la punta de su larga y gruesa polla sin cortar. Esto hace que Leo se vuelva loco y pronto Johannes lo desata y le folla el culo perfecto a un ritmo vertiginoso, ¡todo ante la cámara! ¡!