Es el final del día en la oficina y daddy Dave sigue con hambre. Esta vez es el turno de Leo y Taylor. Cuando el interno Taylor deja caer el café sobre los pantalones de Leo, sólo hay una manera de mantener su trabajo. Dave, y el hombre tatuado colgado se burlan del agujero y de la boca de Taylor como un profesional, y les gusta tanto que pronto los dos se meten hasta las pelotas. Eso es el cielo del trabajo